jueves, 29 de diciembre de 2011

Iniciación.


 Este blog es el medio elegido para publicar los escritos poéticos que he realizado en distintos momentos de mi vida. Sin ánimos de ser Neruda o Pizarnik, solo deseo compartir mi forma de expresión artística sin tener que someterme al Kafkiano mundo de las editoriales. Kafkiano mundo, entre otras cosas..
Inicialmente pensé hacer esto en alguna red social, pero luego entendí que con la utilización de esa herramienta impedía acceder a aquellas personas que no tuviese como amigos virtuales en ese subconjunto. Y por consiguiente ingresaba neciamente, ignorantemente, en una trampa invisible de la posmodernidad.

 Gracias a la oportuna advertencia de mi hermano pude percatarme de que en realidad este tipo de grupo social limita enormemente la posibilidad de acceso a la información que se quiere compartir y al fin y al cabo termina atentando contra la maravillosa libertad anárquica que es la esencia de internet y que tantos dolores de cabeza y bolsillo le ha traído a  grandes monopolios y empresas en los centros capitalistas del mundo. A pesar de los abusos y delitos que se cometen utilizando su potencial, debemos reconocer que tener la posibilidad de que todos y todas puedan acceder a la información con la única condición de ingresar a la red debe ser la prioridad a cuidar. Y es por eso que no debemos restringirla, restringirnos. Y comenzar a tomar parte de una revolución cultural que será histórica y de la que se han alertados pocos lectores, algunos autores y muchos intermediarios de la industria de la cultura. Uno de estos grupos debe desaparecer en beneficio de los otros. Cultura libre, sin intermediarios. Esa será la revolución.
 Lo que haré, entonces, es invitar a todos y todas a ver lo que estoy haciendo, inclusive a mis vínculos de redes sociales.
 Es por esta razón que elegí publicar aquí, en un blog. Viernes por medio comenzando el 6 de enero de 2012,  subiré un poema, o escrito poético o algo parecido hasta completar la cantidad de veintiuno. Número, por otra parte, arbitrariamente elegido. Éste es mi proyecto.
Agradecezco profundamente la gentileza de quienes dan vida a “El Imparcial”. Ellos en San Pedro, de manera desinteresada publicarán, paralelamente, estos escritos en su periódico. 
 No me interesan las editoriales ni los concursos. Me importa que si algo de artístico poseen mis demonios, puedan ser disfrutados por cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo en que se encuentre y sin tener que pertenecer a la categoría “amigo de Alan” en red social alguna. Es casi un auto exorcismo.
 No espero comentarios de ningún tipo, no es esta la finalidad. Tampoco impido hacerlo. Solo persigo la posibilidad de que mis versos endebles puedan ver la luz, posibilidad que le he negado a muchos de ellos durante años.
 Este instante no es cualquier punto en mi tiempo, es cuando decido compartir, de mis experiencias más profundas, aquellas que pude transmutar en versos.
 Tal vez, solamente, he esperado el momento adecuado, que ha sido dado por infinidad de variables más o menos perceptibles que nunca podré contabilizar.
 Los agradecimientos por inspirarme, impulsarme, sostenerme, disuadirme, amarme, explicarme, alimentarme, quererme, ayudarme, los he dado personalmente a casi todos los seres maravillosos que me han moldeado.
Algunas inspiraciones nunca sabrán que lo fueron.

Alan de San Pedro.



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